¿Para qué sirve Reiki?

La terapia Japonesa de Reiki es una de las terapias complementarias más difundidas en los EE.UU. y Europa. De hecho, los principales grupos de hospitales y clínicas en los EE.UU. tienen sus propias clínicas de Reiki dentro del hospital para prestar apoyo a los tratamientos con medicina convencional y se calcula que más de 1.500 hospitales en los EE.UU. ofrecen Reiki a sus pacientes como parte de su programa o como terapia externa.

Aquí en el Perú cada día crece el interés por las bondades de la técnica Reiki. Esta técnica se puede administrar tanto a personas sanas como a enfermas, ofreciendo en ambos casos vitalidad y tranquilidad ya que ésta ayuda a uno mismo y al entorno que tenemos.

Las observaciones realizadas demuestran una gran cantidad de efecto fisiológicos sobre los aparatos respiratorio, circulatorio, locomotor, digestivo, excretor, reproductor… y sobre los sistemas nervioso, endocrino y sensorial. Todos son susceptibles, según las prioridades, de ser estimulados por la canalización de energía.

La Terapia de Reiki sirve para liberarnos del estrés, la depresión y sus consecuencias, para superar la ansiedad y la obesidad, dolores de cabeza, fármaco dependencia, enfermedades parciales, crónicas o permanentes como el Cáncer o el VIH . Para mejorar nuestras relaciones familiares e interpersonales y de Pareja. Para combatir adicciones y cambiar hábitos insanos.

Procedimiento de la Terapia Reiki

Normalmente la terapia se hace con el paciente acostado o en una silla. Si se presenta frío, puede adecuarse la temperatura del habitáculo o cubrir al receptor.
Se invita al paciente a que se relaje (o se le guía con ese objetivo) o bien a meditar, si el receptor ha desarrollado esa capacidad. Sino, se le invita a concentrarse en la música o su respiración. En función del objetivo planteado, a veces, hay variaciones en la participación del paciente, pero eso lo trataremos en otros apartados.

Es habitual sentir poco a poco cómo se instala una sensación de bienestar y después una profunda relajación más allá del límite alcanzado sin Reiki por el receptor. Dormirse o tener la sensación de que el tiempo ha pasado rápidamente, sin mucha conciencia, es frecuente.
También tener sensaciones al respecto de la temperatura en las distintas zonas tratadas, o en las posiciones de manos, pequeñas vibraciones, tensiones o distensiones físicas…. Ocasionalmente acceder al sentir alguna emoción o ver colores e imágenes. Todo esto puede o no formar parte de la experiencia, pero no es proporcional al resultado.

El terapeuta dejará fluir Reiki a través de sus manos suavemente o a cierta distancia en la zona afectada. En el caso de un tratamiento completo, se procederá en todo el organismo empezando por la cabeza y terminando en los pies.
Cada posición de las manos es mantenida cierto tiempo sobre puntos vitales del cuerpo o lugares estudiados en el orden del tratamiento, en un habitáculo con luz tenue, normalmente acompañado de música adecuada al tipo de tratamiento.

Reiki uso histórico

Reiki es una terapia milenaria de Medicina Natural, que trabaja con la energía vital para mejorar la capacidad de defensa del organismo y conectar aquellos rincones de la persona que por diversos episodios, se transformaron en lugares de difícil acceso. La energía Reiki llega a estos espacios internos que afectan nuestro cuerpo físico. La Terapia de Reiki trabaja los tres planos del ser humano: cuerpo, mente y energía.

La Sesión de Reiki a menudo se complementa con aromas y música de relajación.

Desde la primera sesión, las personas comienzan a sentirse más aliviadas debido al efecto expansivo de esta terapia de sanación.

En el caso de quienes han desarrollado cuadros de baja en las defensas, los resultados suelen ser excelentes. Una persona enferma se siente cansada, baja en energías y sin ganas de afrontar el mundo. El terapeuta de Reiki canaliza la energía que nos rodea hacia el paciente, quien ve aumentada su fuerza vital, personal y las ganas de vivir. Al mismo tiempo, le permite prevenir enfermedades más profundas.

A corto plazo, Reiki recarga el sistema inmunológico y como tratamiento inicial de emergencia es sumamente eficaz, debido a que una enfermedad suele tener como resultado una bajada de los niveles energéticos de la persona. A largo plazo, Reiki empieza a trabajar en el origen del problema con el fin de eliminarlo de raíz. Aún cuando la causa pareciera estar fuera de nuestro control, Reiki nos ayuda a cambiar nuestra actitud hacia esa causa para superarla.

También el REIKI ayuda a superar eventos traumáticos de la niñez, juventud o adultez, así como también ayuda a prevenir eventos de salud en el futuro.

El reiki sirve para sanarse y sanar a los demás, relacionarse de modo diferente con uno mismo y con los demás. En definitiva, para cambiar actitudes y comportamientos y sentirse bien, y para encontrar sin intermediarios la fuerza interna que puede descubrir uno autorrealizándose.

Por ello engendra el reiki un inevitable crecimiento personal, ofreciendo al mismo tiempo al practicante medios de ahorro energético indispensables para un buen equilibrio.

 

Además, con la posibilidad de aprender Reiki para aplicártelo a ti mismo logras una mayor independencia y la inigualable sensación de que tú puedes solucionar tus propios problemas.

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